El llamado covid-19, ha declarado la guerra a gran parte de la ciudadanía
mundial, azotando de manera intensa a los países desarrollados, que han visto
como la forma de vivir, trabajar y socializar debía modificarse de forma
inmediata.
Si que es cierto, que por cómo se ha
gestionado a nivel gubernamental, se ha padecido de una enorme desinformación,
que conlleva el caos para aquellas organizaciones poco previsoras, o con
excesiva arrogancia, convencidos de que en su empresa, nadie debe dirigir sus decisiones en
materia de seguridad, ni de ninguna otra cosa.
En momentos de crisis como el que
atravesamos, es donde se vislumbran aquellas empresas que ostentan en su ADN el
cuidado por las personas, el recurso más valioso de cualquier organización,
ayudan, apoyan, entienden y favorecen el mejor clima dentro de situaciones
realmente complejas.